Branding
Cuando pensamos en branding, nos vienen a la cabeza mil imágenes, campañas publicitarias o incluso marcas concretas. Pero, realmente, ¿qué es el branding? Por resumir, esta herramienta hace referencia al proceso de creación y gestión de una marca, lo que implica definir y comunicar lo que la marca representa. Puede parecer sencillo, pero no lo es. Desde Kevin Rizo vamos a contarte cómo utilizar el branding como ventaja competitiva.
Branding es mucho más que un logo o un nombre, es la percepción que los usuarios tienen de una marca. Podríamos decir que son cuatro los elementos que conforman el branding. El primero al que haremos referencia es la identidad de marca. Básicamente, hablamos de naming, logotipo, colores y diseño visual. El segundo de los elementos es el mensaje de marca. Comunica lo que la marca representa: ¿qué queremos transmitir? ¿Cuál es nuestra historia?
El tercer elemento sería la experiencia de marca. Está más centrado en la interactuación de los clientes o consumidores a través de los productos o servicios que ofrece la marca. Por último, encontramos la consistencia. Hablar de consistencia es hablar de coherencia. Y la experiencia de marca debe ser coherente desde cualquier punto de contacto. Ahora bien, ¿cómo vamos a utilizar el branding como ventaja competitiva?
Una marca puede conectar emocionalmente con el público, ejemplos como el de Coca Cola lo confirman. Si lo conseguimos, la lealtad del consumidor irá más allá de nuestros productos o servicios. Lo normal para llegar a ese punto sería diferenciarnos del resto. Cuando la competencia es feroz, ser distintos es lo que nos permitirá destacar. La hemos mencionado antes, pero queremos insistir en ella: la consistencia es un factor clave.
Siendo consistentes, obtendremos un reconocimiento muy valioso. Sin ir más lejos, Apple o Mcdonald’s son dos marcas que desde la diferenciación y la consistencia han conseguido desmarcarse del resto. Causar sensación y ser conocido puede parecerte más o menos complicado, pero lo verdaderamente difícil es mantenerte en lo más alto. Tu marca tiene que saber evolucionar y adaptarse a los cambios del mercado. Tu propuesta de valor, tu cultura y tu compromiso te ayudarán a fidelizar a tus clientes.
Aunque pueda parecer algo lógico y se le quite importancia, la transformación de marca nos va a permitir seguir vivos cuando el mercado cambie. Son cuatro los elementos que debemos tener en cuenta para hablar de transformación de marca. Primero, la visibilidad y la comprensión. No es otra cosa que ser visibles y comprendidos. Si el público no logra entender nuestras comunicaciones, tenemos un problema. Segundo, hay que preservar las raíces. A pesar de que las circunstancias nos obliguen a cambiar o tomar un nuevo rumbo, los valores y la cultura que nos han hecho crecer no pueden perderse.
Tercero, la alineación de las operaciones. En caso de que nos veamos abocados a diseñar una nueva estrategia para adaptarnos a las tendencias actuales, tendremos que asegurarnos de que todos los aspectos del negocio se alinean con esa nueva estrategia. Es lo que se conoce como reconfiguración interna. El cuarto y último elemento está relacionado con el futuro. Es imposible predecir qué va a suceder, pero sí podemos adelantarnos a las nuevas tendencias y ser pioneros en algo. En definitiva, nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios del mercado es crucial.
¿Por qué comentamos esto? Porque el branding es el epicentro de todo. Solo las marcas que son capaces de evolucionar y adaptarse a los cambios son las que consiguen conectar emocionalmente con el público y perdurar en el tiempo. Es por ello que cualquier negocio puede utilizar el branding como ventaja competitiva y desmarcarse del resto en el mercado. Desde Kevin Rizo queremos ayudarte con tu branding y transformación de marca. ¡Coméntanos tus ideas!